Todo comenzó por accidente José María Napoleón. El cantautor de 73 años ha decidido poner fin a una exitosa carrera que, en retrospectiva, representó un antes y un después para la escena musical mexicana. Sin embargo, Napoleón, como se le conocía popularmente, tuvo inicialmente un sueño alejado de pistas y textos, quería ser torero y, paradójicamente, tratando de cumplir con esta pasión, encontró el camino que había estado recorriendo con brillantez y talento durante 50 años.
Nacido en Aguascalientes, José María ha sido un apasionado del mundo del toreo desde pequeño. En un viaje a Monterrey, lugar donde quería encontrar oportunidades taurinas, sus amigos estudiantes del Tec le hicieron una broma y lo inscribieron en un concurso de canto. Entonces todo cambió para él. Aunque no abandonó su pasión por los toros, ya empezaba a brotar en su corazón el amor por la música, un talento que sin duda le venía de forma natural.
El anuncio de su retiro, al que seguirá una gira por las principales ciudades de México, no hace más que avivar la nostalgia musical de un país que disfruta desde hace 50 años de un poeta que decidió practicar la música. “A veces nos queremos quedar, no podemos más, tiene que haber un tiempo para todo en la vida, por eso nacemos y por eso morimos”, reflexionó en su anuncio en el Auditorio Nacional José María Napoleón Nunca Perdió su aire emotivo incluso en días buenos o hoy, que debe enmarcar su despedida definitiva de los escenarios a los que llegó casi sin querer y que llegará por última vez a Guadalajara el domingo 28 de agosto a las instalaciones del Auditorio Telmex, un recinto justo para su presentación. Entradas por sistema Ticketmaster.com.mx