Beber agua tiene infinidad de beneficios. Sin mencionar que es vital para la supervivencia de los seres vivos y la naturaleza, mantenerse hidratado resalta y optimiza las funciones del cuerpo humano. Cada órgano tiene sus propias funciones y hacerlas mientras se encuentra en máximas condiciones es como el cuerpo logra un balance perfecto para mantenerse sano y fuerte durante más tiempo.
El agua rejuvenece, regula la temperatura del cuerpo, elimina desechos, lubrica las articulaciones, protege tejidos, y muchos beneficios más, sin embargo, hoy en día se llena el cuerpo de alimentos procesados que no son tan beneficiosos como en su estado natural. Estos alimentos, además de vicios como el alcohol o el cigarro, elevan la acidez del cuerpo, creando un gran desbalance en su funcionamiento. Se refleja en el interior con dificultad en la digestión, circulación, y funciones en el cerebro como la concentración y la memoria, mientras que en el exterior se nota en la resequedad en la piel, así como en su envejecimiento.
El agua alcalina y la hidratación
La medida utilizada para medir la acidez y la alcalinidad en los líquidos del cuerpo es el pH, el cual tiene una escala del cero al catorce. El agua tiene un pH neutro de siete. La mayoría de los líquidos del cuerpo se encuentran en un rango neutro como la sangre entre 7.35 y 7.45, o la saliva entre 7 y 7.4. La piel tiene un pH más ácido (entre 4.5 y 5.75), ya que crea una capa de ácido para protección. Este balance es lo que mantiene el funcionamiento del cuerpo.
El agua alcalina puede encontrarse en la naturaleza gracias a diferentes minerales que hay en ella–como calcio y magnesio–que pueden llevar al agua a un pH más elevado. Por otro lado, también se puede hacer un proceso de ionización que hace que el agua tenga una carga más elevada de iones, elevando su pH hasta nueve. Para mejorar los índices de alcalinidad del cuerpo, idealmente el agua alcalina se debe encontrar en un nivel de pH entre 8.5 y 9.
Los beneficios del agua alcalina se vuelven relevantes si los niveles de ácido en el cuerpo se empiezan a elevar. Cada líquido del cuerpo tiene su propio pH que debe mantener, por lo que resulta muy beneficioso beber agua alcalina para neutralizar los ácidos que se ingieren. El alto índice de magnesio, calcio, bicarbonato, y otros minerales alcalinos elevan los iones, que a su vez eleven el contenido de oxígeno, lo que beneficia al cuerpo humano en gran medida.
Los beneficios del agua alcalina
Este alto nivel de oxígeno en el agua alcalina es en parte lo que apoya al cuerpo a hidratarse de una manera más profunda. Los procesos digestivos se mejoran notablemente, se eliminan toxinas, se previene el envejecimiento prematuro, pero sobre todo, es un antiácido natural. El agua alcalina también beneficia la creación de glóbulos rojos y ayuda a hidratar con mayor rapidez, siendo un gran soporte para deportistas.
Se puede obtener agua alcalina de muchas formas, ya sea utilizando un purificador de agua o incluso comprarla embotellada. Sin embargo, es importante notar que muchas marcas de agua embotellada alcalina utilizan procesos industriales que no siempre son conocidos, por lo que sus beneficios no siempre han sido comprobados.
Una gran opción es bebbia, que cuenta con un purificador y alcalinizador que da agua alcalina directamente en el lavabo de la cocina, además de contar con tres etapas de purificación. También cuenta con purificadores con plata coloidal y carbón que eliminan virus y bacterias, de modo que siempre se tenga agua pura en casa.