Texto e imágenes: Reyna Sánchez
Menudo fue una agrupación parteaguas en la historia del pop latinoamericano, siendo los primeros en generar tan alto nivel de convocatoria como nunca antes se había visto en conciertos de artistas hispanos, logrando llenos en todos los foros que visitaban, incluyendo los más grandes estadios desde México hasta Argentina, donde por ejemplo en Brasil reunieron a 200 mil personas o en México a 100 mil en una sola fecha, audiencias únicamente comparables a las que generan bandas o solistas de la escena mundial.
En 1981 visitaron México por primera vez tras cuatro años de carrera en los que ya habían conquistado países como su natal Puerto Rico, Venezuela y otros en Centroamérica, catapultándose a partir de ese año como los reyes del pop en el continente. Fueron principalmente 7 adolescentes los que se quedaron en la memoria de los fans de su época top: Ricky, Johnny, Miguel, René y Xavier, y posteriormente Ray y Charlie, quienes sustituyeron a Xavier y a René respectivamente. Si bien la historia continuó en una segunda fase de popularidad a finales de los ochentas donde se abrieron paso a los mercados estadounidense, europeo y asiático, contando en su alineación con Ricky Martin, Draco Rosa y Roy Rosello. Más allá de esas fechas y de su treintena de integrantes, en los noventas Menudo fue decreciendo en impacto, desapareciendo a finales de esa década y convirtiéndose en MDO, agrupación de relativo éxito en la primera década del 2000.
Por ello, Súbete a mi Moto Tour con la presencia de Ricky, Johnny, René y Miguel, es la retrospectiva del punto climático de la historia de Menudo, que en México se vivió este 2021 con 3 fechas en Monterrey, Ciudad de México y Querétaro durante diciembre, conciertos que se habían anunciado a inicio de año, contemplando la presencia de Ray Reyes, recientemente fallecido.
El 17 de diciembre en Ciudad de México fue la fecha que presenciamos y en la que pudimos constatar que la menudo manía mantiene la llama viva en sus fans de siempre y de reciente adquisición. La Arena Ciudad de México fue el punto de encuentro, donde casi 20, 000 asistentes y 4 ex menudos con sus músicos, bailaron, cantaron y evidentemente disfrutaron todos y cada uno de los temas.
El show inició con un homenaje a Ray, para posteriormente dar arranque a una aventura llamada Súbete a mi Moto”, donde el frenesí se suscitó desde los primeros segundos del tema “A volar”, siguiendo con “Fuego” y “Claridad”, mientras las pantallas frontales y laterales del escenario, así como las gigantes centrales de la Arena, mostraban detalles multimedia, imágenes de antaño y emociones del momento de los puertorriqueños.
Canciones éxitos fueron y vinieron, desde las que invitaron a bailar, como “Mi banda toca rock”, “Y yo no bailo”, “Susana”, hasta las baladas que implicaron total atención y produjeron más de una lágrima, como “Quiero ser”, “Si tú no estás”. Covers que convirtieron en éxitos en español también fueron traídos al presente, como: “Voulez vous” de Abba – de quienes además adquirieron como propia: “Chiquitita”-. Así también integraron en su set list “Ella a a a a”, tema que musicalmente es uno de los mejores de la agrupación remontándonos a sus orígenes en los 70’s con todo el rigor de la música disco.
Una parte interesante del concierto, fueron los espacios que utilizaron individualmente para interpretar varios temas de manera continua, destacándose Miguel Canseco, quien demostró seguir siendo el mejor cantante del cuarteto, al entonar las baladas que su voz dejó grabadas en la memoria y en acetato hace décadas, además de varios covers incluyendo la mexicana “Cucurrucucu”, que arrancó sentimientos de gratitud en las menudas y menudos de la audiencia.
Muchos otros temas de la larga historia de Menudo no alcanzaron a ser incluidos en el tiempo del concierto, pero definitivamente no habrían podido omitir “Súbete a mi moto” para despedirse de Ciudad de México, en un momento que se convirtió en fiesta y celebración, donde René portó la bandera mexicana, mientras el resto de los ex boy band bailaban e improvisaba junto a sus músicos y coristas quienes compartiendo el escenario ampliaron los estribillos tanto como fue posible, concluyendo una noche que nadie quería que terminara.